Cuentos de futbol... Un balón y mi perro.
- El juego de la pelota
- 1 jul 2020
- 2 Min. de lectura
Tarde de sábado cuando fui por ti a la Central de Autobuses. La vendedora te trajo en una jaula color azul e inmediatamente vi tu mirada.
Esas orejas largas y mirada tierna hicieron que la familia se enamorara de ti. Hace 11 años y medio solo te encontraste con mi esposa, mi hijo de año y medio de edad y conmigo.
Te tocó vivir de todo, viste cómo crecimos como personas, como familia. Te tocó verme jugar al FIFA horas y horas, te tocó ver cómo salíamos de prisa cada vez que uno de los niños tenía juego o entrenamiento.
Nos recibías siempre con mucha alegría. No puedo separar el futbol de mi vida como tampoco te podré separar a tí. Estuviste en los momentos más felices y también en los más complicados de nuestra vida, viste nuestras alegrías y nuestras tristezas... fuiste fiel amigo y testigo durante todos estos años.
Los últimos seis meses que estuviste con nosotros fue increíble. Nos mudamos de casa porque al mayor de los niños lo reclutaron para jugar en las fuerzas básicas de un club fuera de la ciudad. ¡Disfrutaste con nosotros ese triunfo de nuestro hijo!
Corriste como nunca habías corrido a pesar de tu edad. Al lado de tu hermano, con quien creciste a la par de él, disfrutabas del cambio de ciudad y lo viviste al máximo. Me alegro tanto de haber conservado en video ese recuerdo.
Siempre te estaré agradecido por cuidarnos, por estar con nosotros todos estos años, por hacernos la vida plena, por acompañar a mis hijos, tus hermanos... por estar... simplemente por estar ahí siempre.
Como te lo dije antes de que nos dejaras... viviste tu vida tan a plenitud que nos dejas el ejemplo de cómo seguir viviendo la nuestra... la viviste al límite, como tú querías, te enojabas con nosotros, a veces ni siquiera nos hacías caso pero siempre fuiste tú... el que nos robaba los calcetines para que mamá te pegara con ellos... siempre tú.
Ahora nos tocará vivir sin ti... algo que no sabemos hacer y que sin duda nos representa un verdadero reto.
Tu muerte significó una gran derrota para mí. De esas que pierdes 1-0 en el último momento a pesar de haber dado todo.
Pero tú... tú jugaste los 90 minutos y tiempos extra con todo... jamás te rendiste.
Tu tumba está al lado de un campo de futbol... aquél en el que tu hermano se coronó varias veces y en el cual jamás te sentirás solo.
Te vamos a extrañar mucho Rocky.
Comments