Jugador número 12
- El juego de la pelota
- 18 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Por: Balvanero Balderrama García
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Twitter: @Balvanero.B
Jugar sin festejar. Esto parece ser la tónica en el regreso del futbol profesional en las latitudes que se van aperturando a esa posibilidad: Alemania, España, Inglaterra, por mencionar las ligas más importantes.
Recientemente el Napoli ganó la Copa Italia, ante el Juventus de Ronaldo, en penales y ello generó una celebración de miles de hinchas napolitanos que ha merecido el reclamo del subdirector de la Organización Mundial de la Salud, Ranieri Guerra. Como sabemos, Italia va regresando a la nueva normalidad después de un prolongado aislamiento motivado por la pandemia sanitaria provocada por el COVID-19.
Si ha tenido oportunidad de ver algunos de los juegos sin público, en esta nueva era, estará de acuerdo conmigo que le falta un no sé qué; bueno sí sabemos: falta el jugador número 12.
En las ligas amateurs, infantiles y juveniles, el apoyo de familia y aficionados es realmente de destacar. En este momento no puedo imaginar que estas ligas regresen a jugar sin público, sin familia, sin el grito de la mamá, el papá, hermanos y demás parentela alentando y motivando.
Parte esencial de El Juego de la Pelota, es divertirse, disfrutar, festejar, emocionarse; seguramente esa alegría encontrará su cauce natural y esperemos que sea pronto y para bien.
Regresando al Napoli, donde no juega nuestro paisano Hirving Lozano, el futbol sabemos que también es una catarsis; y desde ese punto de vista, es entendible cómo se manifestó el festejo de sus aficionados. No sólo porque su equipo viene de no muy buena racha, sino también por el contexto y aislamiento que están viviendo en su país, y que encuentra una manera de reaccionar y sacar esa energía y emociones acumuladas con el festejo. Realmente esperamos que no tenga ninguna consecuencia relacionada con el COVID-19.
Sigamos atentos a cómo se van desperezando los diferentes campos de futbol en el orbe y, en tanto, no dejemos de hacer ejercicio en casa para estar al 100 para correr tras el balón, o por la banda impulsando a nuestras fuerzas básicas o el club del barrio, o a la tienda para surtirse y ver el fut en la TV.

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